La ropa no solamente le permite al ser humano cumplir con una de sus necesidades básicas como es vestirse, o estar a la moda para poder encajar en todo tipo de relaciones sociales, la industria textil va más allá de los intereses personales, permite que las telas sean cada vez más desarrolladas y de esta manera se pueda mejorar la calidad de vida humana, específicamente la salud.

 

 

La industria textil descubrió que la fibra con la que se fabrican las telas podía ser modificada genéticamente. De esta manera, consiguió que en su estructura se puedan incorporar componentes farmacológicos.

 

Se espera que, en un futuro no muy lejano, las telas puedan medir la temperatura corporal, actuar como analgésicos frente a un dolor de cabeza, alejar mosquitos de las pieles sensibles o comportarse como energizantes para cuerpos cansados.

Estos avances contribuirán en gran manera en el desempeño de los deportistas, ya que no solo les permite mejorar su rendimiento en el momento de competir, sino que además su salud estará protegida